Creo que de Lisboa, este fue el día que más nos gustó y el que más disfrutamos. Este día fuimos al Santuario Nacional de Cristo Rey. ¡Impresionante! Os contamos como fue nuestra experiencia…
Historia del Santuario
En 1934, al pasar por Río de Janeiro, en aquel entonces Cardenal Patriarca de Lisboa, Monseñor Manuel G. Cerejeira, al ver la impresionante del Cristo Redentor del Corcovado, nace en su deseo el construir una figura parecida frente a Lisboa.
El 20 de abril de 1940, en Fátima, los Obispos hacen un voto: “Si Portugal se libra de la guerra (II Guerra Mundial), se construirá sobre Lisboa un Monumento al Sagrado Corazón de Jesús […]”
El 18 de diciembre de 1949, se coloca la primera piedra.
La imagen de Cristo Rey fue realizada por el maestro Francisco Franco.
Cómo llegamos desde Lisboa
Para cruzar el puente vimos que se podía en una especie de ferry, en coche particular, en bus y en tren. Nosotros elegimos el tren.
Fuimos a la estación de tren de Campolide. Por allí preguntamos y nos dijeron que teníamos que ir a la estación de Pragal. El precio del billete 2,5 euros por persona.
Hay un puesto de información en dicha estación, así que no tengáis miedo en preguntar. Desde luego a nosotros nos trataron muy bien.
Tuvimos que sacar los billetes en una de las máquinas expendedoras de la estación. Eran máquinas azules y rojas, propiedad de la empresa Fertargus.
De camino, desde el centro de Lisboa, a la estación de Campolide, nos encontramos con el “Acueducto de las Aguas Libres” . Increíble. Os dejamos foto.
Curiosidad
El Cristo Rey en Pragal
Una vez llegas a la estación de Pragal, es cierto que hay que andar un poco hasta el Cristo Rey. Unos 15 o 20 minutos. Pero el camino se hace ameno. Nos cruzamos con muchos restaurantes (de comida rápida, pero sobre todo de pescado).
Os recomendamos encarecidamente que vayáis al restaurante “Rampa do Pragal“. Nos pareció espectacular. Nos pusieron todo el vino de la tierra (blanco) que necesitamos, conforme se acababa la jarra de medio litro, nos la llenaban de nuevo sin decir nada. El pescado que tienen es fresco no, lo siguiente. Te lo cocinan en una barbacoa gigante que tienen. Además nos gustó un detalle: Te dicen que te levantes para que veas el pescado que tienen ese día y eliges el que te quieres comer. El precio muy bien.
Hay una fuente de agua llegando al Cristo Rey. También hay tiendas y cafeterías por lo que no os preocupéis si olvidáis llevaros algún refrigerio o algo para echaros a la boca
Curiosidad
Las vistas del puente 25 de abril
Las vistas del puente de 25 abril y de una parte de Lisboa, son impresionantes. Hay un mirador enorme y la zona es amplia como para pasear un poco o sentarse a admirar las vistas.
Subir a los pies del Cristo Rey
Cuando lleguéis al lugar, os encontraréis seguramente con un montón de gente echándose fotos, admirando las vistas y buscando la puerta para entrar al ascensor que nos lleva a los pies del Cristo Rey.
Muy sencillo, nos ponemos de frente de la enorme figura (viéndole la cara) y la puerta está en los pies.
Sólo tenemos que entrar y allí podremos comprar la entrada para subir a los pies. El precio es de 6 euros por persona. (Fuimos dos, por eso en la foto siguiente veréis que ponen 12 euros.)
Los horarios, según vimos en unos carteles allí:
- 09:30 a 18:15 (invierno; última subida a las 18:00)
- 09:30 a 19:00 (verano; lunes a viernes, última subida a las 18:45)
- Cerrado el 24 de diciembre desde las 13:00 hasta las 14:30 del 25 de diciembre
- Cerrado el 31 de diciembre desde las 18:15 hasta las 10:00 del 1 de enero
Hay una explanada detrás del Cristo Rey donde se puede aparcar el coche. Además hay una tienda de recuerdos y una cafetería.
Curiosidad
Volvemos a Lisboa
Para volver a Lisboa bajamos hasta la carretera que cruza el icónico puente rojo y cogimos un autobús. Así pudimos ver dicha estructura desde varios puntos de vista (aunque en el tren se ve poca cosa porque va por debajo).
La verdad que este colosal monumento impresiona y recomendamos que no dejéis de visitarlo si vais a Portugal.
También recomendamos cruzar el Puente 25 de Abril en autobús o coche. Porque podréis observar la obra de ingeniería desde dentro, a la vez que tendréis unas vistas increíbles.